La rinomodelación es la técnica adecuada para modificar el ángulo entre nariz y labio superior de forma no quirúrgica. Este procedimiento es mucho más sencillo y rápido que la rinoplastia ya que no requiere anestesia ni quirófano.
La rinomodelación es aplicable a un 85 por ciento de los pacientes cuyas narices tienen defectos y es especialmente útil para lograr narices rectas, esconder la giba o elevar la punta alcanzando una mayor armonía facial.
El procedimiento consiste en la correcta aplicación de materiales de relleno en puntos estratégicos y los resultados consiguen ocultar defectos, obtener la modificación de los segmentos y el cambio de su relación angular obteniendo un perfil armónico de forma inmediata y prácticamente indolora.
Pueden ser necesarias entre una a cinco sesiones, dependiendo del caso en particular.
Luego del tratamiento no es necesario la colocación de vendajes ni tapones nasales.
No requiere mayores cuidados: un paciente puede perfectamente continuar con su vida normal, porque no deja huellas, marcas ni cicatrices.
Los rellenos utilizados son seguros y de probada eficacia (ac. hialurónico, hidroxiapatita de calcio, según el criterio medico).